Los sacramentos de la Iglesia se distinguen en sacramentos de la
iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía); sacramentos de
la curación (Penitencia y Unción de los enfermos); y sacramentos al
servicio de la comunión y de la misión (Orden y Matrimonio). Todos
corresponden a momentos importantes de la vida cristiana, y están
ordenados a la Eucaristía «como a su fin específico» (Santo Tomás de
Aquino).
1210-1211