BGH,PÍTYMÁR

Beato Guillermo Hart, presbítero y mártir

William Hart nació en Wells en 1558, recibió educación como protestante y estudió en el Lincoln College de Oxford, donde era considerado de inteligencia genial. Pero rechazando las formas de Oxford se convirtió al catolicismo, y marchó a estudiar al colegio inglés de Douai, de donde pasó a Roma, ya como aspirante al sacerdocio.

Ordenado en 1581, volvió como sacerdote misionero -y por tanto clandestino- a Inglaterra. Evangelizó en la zona de York, tanto dentro como fuera de la ciudad, no sólo asistiendo y confortando a los católicos, sino atrayendo a otros, por su piedad, santidad de vida, y no menor elocuencia, por lo que fue comparado con san Edmundo Campion, ahoracado poco tiempo antes.

La noche en que fue apresado celebrando misa el beato William Lacy y otros más, el 22 de julio de 1582, se salvó por poco de ir a parar a la prisión del castillo de York, al escapar saltando una pared, y luego metiéndose en una charca. Pero poco tiempo más tarde, la noche siguiente a Navidad del mismo año, mientras dormía en casa de santa Margarita Clitherow, unos desconocidos lo hacen despertar pidiéndole que los acompañe para dar asistencia sacerdotal a una persona. Posiblemente no del todo consciente, se viste y los acompaña, pero a donde van es a casa del sheriff, de donde pasó al tribunal y de allí a la cárcel, de la que únicamente volvió a salir para su ejecución.

Ya en la cárcel, no dejó la predicación, por el contrario, confortaba a unos y debatía con los ministros protestantes. UNa vez en juicio, fue acusado de haber ido al extranjero sin autorización, haberse introducido como sacerdote clandestino y haber negado la autoridad de la Reina, en favor de la del Papa. William recibió la sentencia de muerte con perfecta aceptación, y recitó el versículo de Job «El Señor me lo dio, el Señor me lo quito, bendito sea el nombre del Señor.»

Fue colgado el 15 de marzo de 1583 en York, a los 25 años. Pocos días antes, el 10 de marzo, había escrito a su madre una carta, que se conserva.

Ver Challoner, Memoirs of Missionary Priests, tomo I, pág. 81ss. Allí mismo se reproduce completa la carta mencionada. Catholic Encyclopedia difiere en algunos pocos detalles, y los hemos integrado en este relato.