BAB,PÍTYMÁR

Beato Antonio Banassat, presbítero y mártir

Antonio Bannassat nació el 20 de mayo de 1729 en Guéret, Francia, hijo de un comerciante. No se sabe dónde hizo los estudios eclesiásticos ni cuándo se ordenó sacerdote. Consta que en 1772 fue nombrado párroco de Saint-Fiel, en el cantón de Guéret. Fue también vicegerente de la municipalidad de esta villa. Luego fue uno de los administradores del departamento de La Creuse y miembro del buró intermediario de Guéret, cuyas deliberaciones, empezadas en octubre de 1788, se prolongaron hasta julio de 1789. Elegido diputado del clero de la senescalía de Guéret, en Haute-Marche, firmó el 19 de noviembre de 1790, con otros veintiséis sacerdotes diputados, su adhesión a la «Exposición de principios» de los obispos diputados sobre la constitución civil del clero. La firmó con el título de diputado de Guéret. En la célebre sesión del 4 de enero de 1791, él rehusó jurar. Vuelto a su parroquia, prestó el juramento constitucional con la reserva de no jurar nada que en la Constitución civil fuera contrario a las leyes de la Iglesia católica (25 de enero de 1791). Pero el 13 de febrero se le intimó a que firmara sin restricción alguna, y entonces se negó. Hubo de dejar la parroquia, se fue a vivir con una familia, pero al poco tiempo fue arrestado y llevado a prisión.

Figura dos años después en la lista de sacerdotes no juramentados con la observación de recluido. En abril de 1793 fue condenado a la deportación y se le mandó a Burdeos, de donde debía partir para La Guayana. En Burdeos estuvo preso en el exconvento de los carmelitas y luego en la ciudadela de Blaye, debiendo padecer mucho por falta de espacio ya que estaban detenidos más de mil sacerdotes. A causa de esto lo reenviaron a Guéret (septiembre de 1793). Pese a que se alegó su escasa salud y su inactividad ministerial, fue enviado a Rochefort el 24 de marzo de 1794. Fue embarcado en Les Deux Associés. Sacerdote culto y piadoso, agradable y modesto, edificó a sus compañeros de prisión con su paciencia y resignación cristiana. No pudo soportar las condiciones de su detención y murió el 18 de agosto de 1794, siendo enterrado en la isla de Aix. Fue beatificado el 1 de octubre de 1995 por el papa Juan Pablo II.