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Beatas Rosa de San Javier Tallien, Marta del Buen Ángel Cluse, María de San Enrique de Justamond y Juana María de San Bernardo de Romillon, vírgenes y mártires

En la plaza de Orange donde estaba levantada la guillotina fueron sacrificadas el 12 de julio de 1794, por su fidelidad a Cristo y al evangelio, cuatro religiosas que firmemente, desde su prisión, habían manifestado su fidelidad a la Iglesia y a sus propios votos religiosos, rechazando cualquier compromiso contrario a su conciencia. Todas ellas subieron al patíbulo con fortaleza y serenidad. En la acusación contra ellas que sirvió de base a la condena a muerte se había dicho que las cuatro religiosas eran refractarias a la ley, habían rehusado constantemente y con obstinación prestar el juramento que se les había exigido y habían propagado el más peligroso fanatismo. Fueron beatificadas en el grupo de las 32 mártires de Orange el 10 de mayo de 1925 por SS. Pío XI.

Magdalena Teresa Tallien había nacido en Bolléne el 13 de septiembre de 1746. Sintiendo la vocación religiosa, ingresó en el monasterio de la congregación de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento de su población natal el año 1770 e hizo la profesión religiosa con el nombre de sor Rosa de San Javier, y vivió ejemplarmente en el monasterio durante veinticuatro años, hasta que con las demás hermanas fue llevada a Orange, mostrando en todo tiempo su decisión de ser fiel hasta el final.

María Cluse había nacido en Bouvante el 5 de diciembre de 1761 y había sido recibida en calidad de hermana conversa en el monasterio de la congregación de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento de Bolléne, donde había hecho la profesión religiosa con el nombre de sor Marta del Ángel Bueno. Siguió la suerte de las otras hermanas y con ellas fue llevada a Orange, donde perseveró en el buen espíritu y en la entrega generosa a la voluntad de Dios. Condenada a muerte y llevada al pie del patíbulo, iba a subir a él cuando se dirigió a ella uno de los verdugos y le propuso salvarla si le prometía ser su esposa. Indignada, la religiosa le dijo: «Verdugo, haz tu oficio, porque yo quiero hoy ir a cenar con los ángeles».

Margarita Leonor De Justamond había nacido en Bolléne el 12 de enero de 1746 y había ingresado en el monasterio de Santa Catalina de Avignon, perteneciente a la Orden del Císter, donde emitió la profesión solemne con el nombre de sor María de San Enrique. En 1790 fue suprimido su monasterio y marchó a Bolléne donde se unió a las religiosas ursulinas y siguió su suerte hasta el martirio.

Juana María De Romillon había nacido en Bolléne el 12 de julio de 1753 y había ingresado en el monasterio de religiosas de Santa Úrsula de Pont-St.-Esprit, de donde pasó al de su misma Orden en Bolléne, siendo arrestada con sus hermanas y llevada a Orange, donde padecería el martirio.