El sacramento del Orden otorga una efusión especial del Espíritu Santo,
que configura con Cristo al ordenado en su triple función de Sacerdote,
Profeta y Rey, según los respectivos grados del sacramento. La ordenación
confiere un carácter espiritual indeleble: por eso no puede repetirse ni
conferirse por un tiempo determinado.
1581-1589 1592