Las reliquias del santo patrono principal de Pisa se hallan depositadas en la capilla de san Rainerio, en el extremo sur del cruce de la catedral. Entre los famosos frescos que adornan los muros del antiguo camposanto, hay ocho escenas de la vida y milagros del santo. Poco despu茅s de su muerte, escribi贸 su biograf铆a el can贸nigo Benincasa, un amigo personal que se consideraba su disc铆pulo. Rainerio, descendiente de una acaudalada familia de Pisa, desperdici贸 los primeros a帽os de su juventud en frivolidades y disipaciones. Sin embargo, a trav茅s de la influencia de una t铆a o una prima suya, entr贸 en relaciones con Alberto Leccapecore, un religioso del monasterio de San Vito, quien le hizo comprender el error en que viv铆a. Tan apasionado fue el arrepentimiento por su existencia de pecados, que se negaba a probar bocado y lloraba sin cesar, lo que divert铆a a sus antiguos amigos de juerga y angustiaba a sus padres, quienes llegaron a creer que se hab铆a vuelto loco. Al cabo de un per铆odo de tres d铆as de continuo llanto, no brotaron m谩s l谩grimas de sus ojos: estaba ciego. Su madre estuvo al borde de la desesperaci贸n; pero Dios, que ya hab铆a iluminado el alma de Rainerio, le devolvi贸 tambi茅n la luz a sus ojos.
Poco tiempo despu茅s de aquel suceso, emprendi贸 un viaje de negocios a Palestina y, al visitar los Santos Lugares y seguir los pasos de Nuestro Se帽or, se santific贸 su esp铆ritu. Se hallaba en Tierra Santa cuando tuvo una extra帽a visi贸n: se contempl贸 a s铆 mismo, con la bolsa de cuero adornada con bordados y piedras finas en que guardaba el dinero; pero la bolsa no conten铆a monedas, sino trozos humeantes de pez y azufre que, de pronto, se encendieron; Rainerio no pod铆a extinguir las llamas hasta que verti贸 sobre ellas un poco de agua de un vaso que, s煤bitamente, apareci贸 en su mano. El significado de aquella visi贸n lo explic贸 una voz misteriosa que dec铆a: 芦La bolsa es tu cuerpo; el pez, el azufre y el fuego, son los deseos desordenados que s贸lo esa agua puede extinguir y limpiar禄. Rainerio hab铆a purgado hasta entonces, con su arrepentimiento y sus l谩grimas, las culpas de su vida pasada, pero desde aquel momento, multiplic贸 sus penitencias y austeridades y, como un medio de mortificarse, emprendi贸 el viaje de regreso a pie, descalzo y sin otro sustento que el de las limosnas. El cielo le premi贸 al otorgarle el poder de obrar milagros. Se dice que en el camino al Monte Tabor domestic贸 a las fieras al hacer la se帽al de la cruz, y que multiplic贸 el pan que una buena mujer distribu铆a entre los pobres.
Al regresar a Pisa, permaneci贸 alg煤n tiempo con los can贸nigos de Santa Mar铆a. A pesar de que nunca lleg贸 a recibir las 贸rdenes sacerdotales, decidi贸 llevar la vida del claustro e ingres贸 primero en la abad铆a de San Andr茅s y luego en el monasterio de San Vito, donde muri贸 en el a帽o de 1160. Debido a que algunas veces predic贸, se supuso que debi贸 ser sacerdote, pero el hecho es muy dudoso y nunca ha llegado a comprobarse. Su gran reputaci贸n se debe principalmente a las muchas curaciones maravillosas que realiz贸 durante su vida y despu茅s de su muerte. Debido a que acostumbraba salpicar con agua bendita a los enfermos que sanaba, se le dio el sobrenombre de 芦De Aqua禄. El cardenal Baronio inscribi贸 a este santo en el Martirologio Romano.
La extensa biograf铆a de Rainerio, complementada con la lista de los milagros que se le atribuyeron antes y despu茅s de su muerte, parece haber sido compuesta por un contempor谩neo. Se la encontrar谩 impresa en el Acta Sanctorum, junio, vol. IV. La devoci贸n popular por san Rainerio en Pisa se comprueba por el n煤mero muy considerable de libros sobre 茅l que se editaron e imprimieron en esa ciudad. V茅ase a G. M. Sanminiatelli en Vita di S. Ranieri, publicada por primera vez en 1704 y seguida por otras ediciones; G. Sainati, Vita di S. Ranieri Scacceri (1890).