Pedro Pappacarbone naci贸 en Salerno (Italia). Era sobrino de san Alferio, el fundador del monasterio de Cava. Ingres贸 en la vida religiosa a muy temprana edad, bajo la direcci贸n de san Le贸n, el segundo abad. Pronto se distingui贸 por su piedad, sus abstinencias y su amor a la soledad. En aquella 茅poca la abad铆a de Cluny era ya muy famosa y el joven monje obtuvo permiso para ir a Francia a ingresar en ella. Los monjes de Cluny intentaron enviarle a la escuela, pero el abad san Hugo les dijo que, a pesar de su poca edad, Pedro era ya maduro en las cosas de Dios. Pronto se confirm贸 esa opini贸n, pues Pedro no desentonaba en aquel convento de santos monjes, en el que permaneci贸 seis a帽os, al cabo de los cuales fue llamado a Italia. San Hugo le permiti贸 partir, gracias a la intercesi贸n del archidi谩cono de Roma, Hildebrando, que m谩s tarde ser铆a el Papa Gregorio VII.
San Pedro fue el primer obispo de Policastro, pero, como no se sintiese llamado por Dios al v茅rtigo de obligaciones mundanas que le impon铆a su cargo, obtuvo licencia de renunciar a 茅l y retirarse a Cava. El abad Le贸n, muy anciano para gobernar, le nombr贸 sucesor suyo y se retir贸. Los monjes hab铆an confirmado, con sus sufragios, la elecci贸n de san Pedro, pero pronto encontraron demasiado dura la observancia que 茅ste hab铆a aprendido en Cluny y empezaron a murmurar y a rebelarse. Algunos de ellos llevaron sus quejas al antiguo abad Le贸n. San Pedro, que no quer铆a oponer resistencia ni ceder en las exigencias de la observancia, parti贸 de Cava y se refugi贸 en otro monasterio. Al poco tiempo, los monjes de Cava, aconsejados por el abad Le贸n, fueron a rogarle que volviese a tomar el gobierno y el santo acept贸. De ah铆 en adelante, los que se hab铆an mostrado m谩s opuestos a san Pedro fueron los m谩s prontos en someterse a la observancia de las reglas.
Bajo el gobierno de San Pedro, el monasterio floreci贸 mucho: los aspirantes a la vida religiosa acud铆an en gran abundancia y muchas damas y caballeros regalaron tierras y dinero a la comunidad, que pudo as铆 prestar ayuda a los pobres y a los enfermos. Hubo de agrandar la abad铆a para dar cabida a todos los aspirantes; igualmente se construy贸 una nueva iglesia, a cuya dedicaci贸n asisti贸 el Papa Urbano II, quien hab铆a hecho gran amistad con san Pedro en Cluny. En Cava se conserva la cr贸nica de la fiesta organizada con tal ocasi贸n. Seg煤n dicha cr贸nica, el Papa trat贸 a san Pedro y a los otros monjes con gran sencillez, como si 芦hubiese olvidado que era Papa禄. San Pedro muri贸 a edad muy avanzada, en 1123.
La abad铆a de Cava existe todav铆a. En 1912, para manifestar su devoci贸n a sus fundadores, los monjes de Cava publicaron las vidas de Alferio, de san Pedro y de otros dos abades, tom谩ndolas de un antiqu铆simo manuscrito de su biblioteca; probablemente el autor de esas vidas es Hugo de Venosa, un contempor谩neo de san Pedro. La abad铆a cumpli贸 en 2011 un milenio desde su fundaci贸n, ininterrumpidamente habitada por monjes benedictinos.
La biograf铆a escrita por Hugo de Venosa puede leerse en Acta Sanctorum (marzo, vol. 1), as铆 como en Ughelli y en Muratori; en ella se basan todas las noticias que poseemos sobre san Pedro de Cava.