En la serie de calamidades que azotaron a las Galias durante un periodo que abarco buena parte del siglo quinto, Dios favoreci贸 a sus servidores al enviarles a este santo prelado que les sirvi贸 de consuelo y de apoyo. Alrededor del a帽o 450, fue elevado a la sede episcopal de Lyon. La devastadora incursion de los godos en Borgo帽a provoco una epoca de hambre, durante la cual san Paciente, por cuenta propia, aliment贸 a millares. La Providencia, en verdad, le daba el ciento por uno, y sus caudales parecian multiplicarse maravillosamente a fin de que siempre hubiera lo suficiente con que construir iglesias, repararlas y socorrer a los pobres, 芦en cualquier rinc贸n de las Galias que estuvieran禄, como nos dice san Sidonio Apolinar. Este ilustre prelado, amigo de san Paciente, le califica de 芦hombre virtuoso y justo, activo, ascetico y misericordioso禄, y no sab铆a qu茅 admirar m谩s en 茅l, si el celo por servir a Dios, o su caridad hacia los pobres.
Gracias a su solicitud pastoral y a sus sermones, numerosos herejes se convirtieron. En este aspecto era muy amplio el campo que se ofrecia al celo de san Paciente, puesto que los burgundios, amos y se帽ores de Lyon por aquel entonces, favorec铆an decididamente la herej铆a de los arrianos, y aun hab铆a algunos obispos en la diocesis que no estaban libres de aquellos errores. Cuando la di贸cesis de Chalon-sur-Saone qued贸 envuelta en la confusi贸n y la discordia por la muerte de su obispo, san Eufronio de Autun invit贸 a san Paciente para que le ayudase en la pacificaci贸n de la comarca y en la terminaci贸n del esc谩ndalo. Por orden de san Paciente, uno de los sacerdotes de su clero, llamado Constancio, escribio la 芦Vida de san Germano de Auxerre禄, que el autor dedic贸 a su obispo. Al parecer, san Paciente muri贸 hacia el a帽o 480.
No hay ninguna biograf铆a antigua de san Paciente de Lyon, pero los bolandistas seleccionaron de los escritos de Sidonio Apolinar, Gregorio de Tours y otros, los relatos, narraciones y datos que bastan para conocer lo suficiente sobre su vida y sus actividades. Ver tambien a S. L. Tatu, en S. Patient eveque de Lyon (1878), asi como a Duchesne en Fastes Episcopaux, vol. II, p. 163.