Este santo fue uno de los numerosos francos nobles que, luego de haberse casado y vivido contentos en el mundo y en su trabajo secular, a veces muy lucrativo, lo dejan todo para consagrarse efectivamente a Dios en la vida mon谩stica o eclesi谩stica, donde muchos llegaron a distinguirse hasta el grado de alcanzar la santidad. Geremaro hab铆a nacido en el territorio de Beauvais, y en su juventud form贸 parte de la corte de Dagoberto I, donde se cas贸 con una noble dama llamada Domana, a quien tambi茅n se venera como santa en la di贸cesis de Evreux. Sus dos hijas murieron a temprana edad, y su hijo, educado bajo la influencia de san Audoeno, obispo de Rouen, decidi贸 tambi茅n abrazar la vida religiosa. Geremaro hab铆a fundado ya un monasterio cerca del lugar donde naci贸, pero opt贸 por recibir los h谩bitos mon谩sticos en Pentale, ciudad de la regi贸n del Risle, cerca de Brionne. Fue un religioso modelo y lleg贸 a ocupar el puesto de abad.
Pero si bien suele admirarse la pr谩ctica de la severidad y de la estricta regularidad en un s煤bdito, no siempre sucede lo mismo en un superior, y varios de los monjes de Pentale estaban descontentos con su nuevo abad. Por cierto que aquellos monjes eran malos religiosos y hasta malos hombres, puesto que se afirma que llegaron a hacer un intento contra la vida de san Geremaro, por el artero procedimiento de fijar un largo cuchillo en las tablas del lecho del abad, con la punta hacia arriba, para que se lo clavara al acostarse, aunque semejante ardid no le hubiese causado una herida mortal, a menos que el santo abad fuese un hombre muy pesado o que tuviese la mala costumbre de dejarse caer sobre la cama. Ya fuera por aquel atentado o por la escasa popularidad y el fracaso en sus esfuerzos por mejorar la disciplina, el abad renunci贸 a su cargo y se fue a vivir como ermita帽o en una cueva sobre las riberas del Here. All铆 pas贸 cinco a帽os felices en comuni贸n con Dios, en el trabajo manual y en el ejercicio de su ministerio entre sus vecinos, hasta que, cierto d铆a, llegaron a sus o铆dos las noticias sobre la muerte de su 煤nico hijo, Amalberto. 芦隆Oh, Dios m铆o!禄, exclam贸 al momento, 芦te doy las gracias por haber mostrado Tu misericordia al llamar a mi hijo a tu gloria禄. En las tierras de Amalberto que volvieron a sus manos, fund贸 otro monasterio, el de Flay, junto al r铆o Epte, entre Beauvais y Rouen, que, con el correr del tiempo, se llam贸 de Saint Germer (es decir, la forma francesa del nombre). San Geremaro abandon贸 la vida solitaria para dirigir su monasterio hasta su muerte.
La vida de San Geremaro, impresa en el Acta Sanctorum, sept. vol. VI, fue compuesta en el siglo XI. La biograf铆a m谩s antigua es la que edit贸 B. Krusch en Monumenta Germaniae Historica, Scriptores Merov (vol. IV, pp. 626-633), aunque el propio Krusch demuestra que esa misma biograf铆a no pudo haber sido escrita antes del a帽o 851 y que, como fuente hist贸rica, no merece confianza. Hay otros relatos sobre el santo, como el que escribi贸 Guibert de Nogent, pero todos son legendarios. En la imagen, interior actual de la Abad铆a fundada por san Geremaro, en Flay.