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Beata Rafaela de Ybarra y Arambarri de Vilallonga, fundadora

Nace en Bilbao en 1843 en el seno de una familia profundamente cristiana donde le inculcan las virtudes humanas que fueron la base de una vida excepcional. Se cas贸 joven con D. Jos茅 Vilallonga, industrial catal谩n afincado en Bilbao, y fue madre de siete hijos, dos de los cuales murieron a temprana edad.

En 1883 padeci贸 en Par铆s una grave enfermedad, y obtiene su curaci贸n con el agua de Lourdes; ese mismo a帽o muere repentinamente su madre. Quiz谩s estas experiencias son un signo que le indican a rafaela las verdaderas prioridades de la vida.

El despegue industrial de Bilbao y la riada de emigrantes atra铆das por la oferta de trabajo facilita la degradaci贸n de la vida y la condici贸n humana y moral de muchas de estas gentes. Rafaela Ybarra, con gran sensibilidad cristiana y social se entrega completamente a las principales v铆ctimas de aquella sociedad: las j贸venes y ni帽as. Recoge de las calles a las m谩s desfavorecidas creando Instituciones de acogida.

Impuls贸 la creaci贸n de la Maternidad de Bilbao, el establecimiento en la capital de las Hnas. de Mar铆a Inmaculada para atender a las  j贸venes  del servicio  dom茅stico, y de las RR. Adoratrices; particip贸 en la creaci贸n de la Universidad de Deusto, y, entre otras actividades, pertenec铆a a una Asociaci贸n llamada Junta de Obras de celo dedicada a ayudar a  muchachas necesitadas de trabajo y orientaci贸n en la que participaba activamente. Fue en este apostolado y visitando c谩rceles y hospitales, donde observ贸 las penas y dificultades que ten铆an las j贸venes pobres para salvaguardar su dignidad y salir adelante en la dura sociedad industrial bilba铆na.

La tarea tomaba unas proporciones que la desbordaban. Busc贸 ayuda y colaboraci贸n en amigas y personas de buena voluntad, pero se hac铆a necesario dar solidez  y continuidad a la empresa comenzada. Adem谩s, Rafaela incluy贸 en su atenci贸n a las ni帽as expuestas al abandono, los riesgos de la pobreza y la calle para prevenir sus funestas consecuencias. Funda as铆, por consejo de su director espiritual, en 1892 la Congregaci贸n de los 脕ngeles Custodios, la que dirigi贸 hasta su muerte, pero no como religiosa profesa, puesto que continuaba siendo esposa y madre de familia. Su marido falleci贸 en 1898, y le sigui贸 ella a la Casa del Padre dos a帽os m谩s tarde.

Lamentablemente, es muy dif铆cil encontrar informaci贸n fiable sobre la beata que no sean los cl谩sicos paneg铆ricos huecos. Estos p谩rrafos est谩n extra铆dos del web la Fundaci贸n que lleva su nombre y del web de la Congregaci贸n de los 脕ngeles Custodios