Petronila, nacida de la noble familia de los condes de Troyes, en Francia, fue educada religiosamente; joven a煤n logr贸 ser admitida entre las hermanas clarisas del Monasterio de Provins, donde perfeccion贸 sus virtudes, particularmente la modestia, la humildad, la paciencia, y creci贸 en un amor ardiente por Cristo en el Sacramento de la Eucarist铆a y en la Cruz. Se preocup贸 mucho por edificar a sus cohermanas m谩s con el ejemplo que con la palabra y transform贸 el monasterio en un centro de eficaz apostolado, extendiendo su acci贸n ben茅fica particularmente entre los pecadores, los afligidos y los necesitados.
Para testimoniar su total amor a Cristo prometi贸 buscar en todo y siempre lo m谩s perfecto. A esta promesa sigui贸 un empe帽o de continua renovaci贸n, a lo cual se a帽adieron numerosas penas por incomprensiones, pero Petronila sali贸 adelante con la continua oraci贸n, asistida por Dios con favores celestiales de contemplaci贸n y 茅xtasis.
El rey de Francia, Felipe el Hermoso, fund贸 en 1309 un monasterio de hermanas clarisas, dedicado a San Juan Bautista, en Moncel, cerca de Pont-Ste-Maxence (Puente Santa Majencia) en la di贸cesis de Beauvais. Pero la construcci贸n del monasterio se retard贸 por la muerte del rey y solamente en 1336 se establecieron all铆 doce monjas clarisas venidas de los monasterios de Longchamp, de San Marcelo de Par铆s, y de Santa Catalina de Provins. Una de las hermanas venidas de Provins era Petronila de Troyes, quien fue escogida como abadesa y fue entronizada solemnemente en presencia del rey Felipe de Valois y de la reina Juana de Borgo帽a. Al a帽o siguiente, el 27 de marzo de 1337 fue consagrada la iglesia del monasterio por el cardenal de Boulogne.
La nueva abadesa form贸 un selecto grupo de almas generosas, entregadas a la perfecci贸n ser谩fica. Sobresali贸 por la humildad y la delicadeza para con todas sus cohermanas, especialmente para con las enfermas, mientras se hac铆a cada vez m谩s profunda su uni贸n con el esposo celestial. Pero cu谩ntas luchas debi贸 soportar, sobre todo por parte del demonio, que intent贸 arrojarla en la desesperaci贸n. Muchas j贸venes siguieron su ejemplo y pronto el monasterio de Moncel se convirti贸 en un cen谩culo de almas selectas. Despu茅s de ocho a帽os de sabio gobierno, Petronila renunci贸 a su mandato, para mejor prepararse al encuentro final con el esposo celestial. Vivi贸 todav铆a once a帽os de vida oculta y humilde. El 1 de mayo de 1355 abandon贸 la tierra para volar a la eterna fiesta del cielo. Concedi贸 oficio y misa en su honor P铆o IX el 11 de mayo de 1854.