Gregorio de Tours habla de estos dos mártires en un párafo conocido de su Historia de los Francos, en el que inmediatamente antes el autor presentaba la invasión de los bárbaros alamanes al mando del rey Croco en época de los emperadores Valeriano y Galieno, es decir, hacia el 260. En estas incursiones murieron muchos habitantes, tanto paganos como cristianos, y se destruyeron muchos templos paganos, entre ellos uno famoso de Clermont en la antigüedad, llamado "Vasso Galate". Sin solución de continuidad, Gregorio inicia el párrafo siguiente diciendo que en esa misma ciudad decansan los mártires Liminio y Anatolia, y allí mismo dieron su testimonio de sangre Casio y Victorino.
Esto ha llevado en general a identificar la época del martirio de Casio y Victorino con el año 260, y la circunstancia con la invación de Croco, como lo refleja el elogio del Martirologio Romano. Sin embargo, teniendo presente que Gregorio de Tours muchas veces yuxtapone información apenas ligada entre sí, con sólo la ocasión del nombre de un personaje, de una ciudad o de un hecho colateral, no puede asegurarse que estos martirios hayan ocurrido en y por la incursión de Croco. Paul Allard, por ejemplo, habla de tradiciones "desgraciadamente confusas".
No podemos, entonces, afirmar con toda certeza que estos mártires hayan dado su testimonio en el año 260, pero sí que su culto estaba ya establecido en época de Cautino, obispo de Clermont en la segunda mitad del siglo VI, ya que había en la ciudad una basílica dedicada a san Casio, según surge de la misma Historia de los Francos (libro 4, cap 12).
Lo que nos cuenta Gregorio sobre ellos es que Casio era un cristiano fervoroso, y Victorino, sacerdote pagano de Mercurio, que perseguía a los cristianos e iba activamente contra ellos. Sin embargo, quedó admirado de la predicación de Casio, y de los milagros que este obraba, al punto de convertirse a la fe de Cristo y entablar una amistad sólida con Casio, y así, «unidos por el afecto fraterno en el amor de Cristo, por la efusión de la sangre fueron al mismo tiempo recibidos en el cielo» (libro I, cap. 33).
Ver Historia de los Francos (capítulos citados); también Acta Sanctorum, mayo III, pág. 454 (donde tratan conjuntamente a Casio, Victorino y otros mártires). Paul Allard, Histoire des persecusions, III, pág 162ss. La imagen es el vitral de San Casio en la iglesia de Saint-Eutrope, en Clermont-Ferrand, Francia.