El historiador Ughelli, en su «Italia Sacra», vol. II, hablando de la diócesis de Fermo, señala que el cuerpo de santa Visia reposa en la catedral, y en efecto, en la iglesia metropolitana de la ciudad hay algunos relicarios, entre los cuales, en una urna tallada en ébano, con ornamentos en metal dorado de estilo barroco, se conserva la cabeza de santa Visia, mártir; en otra urna se conserva la de santa Sofía, también mártir, que se celebra en la actualidad el 30 de abril, aunque hasta la edición 2004 del Martirologio Romano se celebraba junto con santa Visia, precisamente porque la coincidencia de los dos cráneos hacía suponer que habían sido martirizadas al mismo tiempo, si no juntas, y probablemente decapitadas.
Según tradiciones locales, Sofía y Visia sufrieron el martirio hacia el 250, bajo el imperio de Decio (249-251), durante la séptima persecución ordenada por él. Hay en la catedral una lápida que indica que santa Visia ennoblece su ciudad natal con su martirio; su nombre se encuentra en una lista de santos venerados en Fermo, transmitida el 5 de agosto de 1581 por un prelado local a un sacerdote oratoriano, amigo del Cardenal Baronio -quien, como es sabido, compiló el primer Martirologio Romano-, que insertó las dos vírgenes y mártires juntas el mismo día 12 de abril.
Traducido para ETF y adaptado de un artículo de Antonio Borrelli.