A mediados del siglo VII, un señor llamado Vaneng, gobernador del pueblo de Caux, decidió fundar un monasterio femenino en el bosque de Fécamp, donde solía ir de caza. Obtuvo la aprobación de san Audeno, obispo de Rouen, y de san Vandregisilo, abad de Fontenelle, monasterio del que dependería la nueva fundación. Un monje de Fontenelle, el diácono Sindard, viajaba a veces a Burdeos por asuntos del monasterio y recibía hospitalidad en un convento regido por la abadesa Quildomarca. Sindard convenció a Quildomarca, ya advertida por una visión celestial, para que se pusiera a disposición de Vandregisilo. Éste la presentó a Vaneng, quien le confió la dirección de su monasterio, en el año 664. La comunidad florece rápidamente; al igual que otros monasterios fundados en la época, Fécamp cuenta pronto con más de trescientas monjas y se organiza allí un «laudis perennis» (alabanza perpetua, que se desenvolvía por turnos).
Hacia 675, el maestro de palacio Ebroin, apresó a san Leodegario, obispo de Autun, le cortó los labios y la lengua, y encargó a Vaneng que custodiara a su prisionero; éste, lejos de maltratarlo, trató a su prisionero con toda consideración y le asignó Fécamp como residencia. Quildomarca y sus hermanas hicieron todo lo posible por ayudarle y pronto pudo reanudar la celebración de la misa y dar conferencias a la comunidad. Esta estancia duró unos dos años; Ebroin, furioso al ver que su enemigo sobrevivía a las heridas, lo hizo secuestrar de Fécamp y poco después lo mandó asesinar (hacia 677).
Quildomarca murió unos años más tarde, en fecha desconocida. Su culto fue difundido por los monjes de Fontenelle, que inscribieron su nombre el 19 de junio en su edición del Martirologio Jeronimiano. En 842 el monasterio fue atacado y destrudio por los normandos, y recién se reconstruyó a partir del año 1000, por lo que es probable que las reliquias de la santa hayan desaparecido en esos acontecimientos.
Traducido para ETF, con escasos cambios, de un artículo de Philippe Rouillard para "Enciclopedia dei santi".