Este mártir vietnamita nace en Mai-Vinh hacia 1790 en el seno de una familia pagana pero, al quedar huérfano, es acogido por una familia cristiana y se bautiza con 12 años. Fue un cristiano fervoroso. Estudió medicina, ejerció con gran celo su profesión, se casó y tuvo doce hijos, y como gozaba de muy buena fama social fue nombrado alcalde de su pueblo. Tenía una gran caridad con los pobres.
Velando por la seguridad de sus hijos, no albergaba sacerdotes en su casa pero en una ocasión iba a buscarle albergue a uno cuando fue sorprendido y arrestado. A todo trance y con toda clase de tormentos se le quiso obligar a apostatar pero fue en vano. Iban a verlo a la cárcel su mujer y sus hijos, y un sacerdote logró llevarle la sagrada comunión, pero él les pidió a todos que no se expusieran por él, y consiguió que no le visitasen. En la soledad se preparó al martirio y cuando el 12 de diciembre de 1840 lo llevaron a ejecutar, ante la insistencia de que se salvara pisando el crucifijo, pidió que no le insistieran más, pues era para nada ya que no se apartaría nunca de la fe. Entonces fue decapitado. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II.