Las «Actas», carentes de valor histórico, lo relacionan con san Calogero de Brescia (no incluido en el Martirologio actual), personaje que aparece, al igual que nuestro mártir, en las actas de Faustino y Jovita, enteramente apócrifas y fantasiosas. Precisamente san Segundo sería uno de los miles de bautizados por san Faustino, y habría auxiliado a los mártires cristianos visitándolos en al cárcel, en tiempos del emperador Adriano (entre el 117 y el 134); hasta que a él mismo le tocó el momento de dar testimonio cruento de su fe.
Aunque la historia tiene puntos inaceptables, y por otra parte depende de algo tan dudoso como las actas de Faustino y su hermano Jovita, parece que no puede ponerse en entredicho el culto que el mártir recibió desde antiguo en la ciudad de Asti, de la que es el principal patrono, así como su inscripción en los más importantes martirologios históricos. Sus supuestas reliquias descansan en la catedral de la ciudad. Es imposible fijar una fecha concreta para el martirio, aunque los martirologios antiguos lo inscriben el 29 o el 30 de marzo.
Ver Acta Sanctorum, marzo, III, pág 798ss. Para un resumen de la leyenda tradicional, tomada de las Actas, puede consultarse el artículo de Fabio Arduino en Santi e beati.