Según el Liber Pontificalis, san Román era «ostiario», esto es: una de las cuatro órdenes menores, correspondiente a portero, de la Iglesia de Roma, que sufrió el martirio en la misma época que san Lorenzo. Esta es la información posiblemente cierta y fiable que tenemos sobre él.
Las «actas» de su martirio, que carecen totalmente de valor histórico, le transformaron en uno de los soldados encargados de vigilar a San Lorenzo. Al ver el gozo y la constancia de ese mártir, Román se convirtió al cristianismo y fue instruido y bautizado en prisión por el propio San Lorenzo. Como confesase la fe cristiana, fue juzgado, condenado y decapitado la víspera de la ejecución de san Lorenzo y alcanzó así la corona antes que su maestro. Fue sepultado en el cementerio de Ciriaca, en el camino de Tívoli, y los itinerarios del siglo VII hablan de su sepulcro.
Cf. la nota de la edición de Duchesne del Liber Pontificalis, vol. I, p. 156, donde se hallan reunidos todos los datos que poseemos; y Comentario sobre el Martirologium Hieronymianum, p. 428.
N.ETF: aunque sea más probable la escueta noticia del Pontificalis que las de las supuestas actas, éstas deben conocerse, ya que como gozaron de gran popularidad, dieron pie a la iconografía del santo, que es siempre representado como soldado.