San Prudencio de Armentia, fuera de la mención en el Martirologio Romano, aparece muy escasamente en los santorales, incluso en los españoles. Lo que sucedió es que su figura quedó ensombrecida por la confusión con el poeta Prudencio -mucho más conocido y también español-, a lo que se vino a sumar la invención a lo largo de los siglos de otros dos obispos Prudencio españoles -otro supuestamente también de Tarazona, y otro de Garray-, que acabaron por ahogar a éste, el único obispo y santo de entre los cuatro. Las noticias sobre el auténtico obispo Prudencio, es decir, Prudencio de Armentia, nos llegan de una única fuente, el antiguo breviario de Tarazona, y nos las transmite con verdadero rigor histórico la «España sagrada» de Florez, al tratar, precisamente, de los archivos de la iglesia de Tarazona. Con tan sólo la ortografía modernizada y algunas digresiones omitidas (que no indico), paso a trascribir el relato de Florez:
Era este santo natural de Armentia, en la Vasconia, y oriundo de padres católicos, tan nobles como prudentes, los cuales tuvieron cuidado de hacer que se dedicase al estudio de las letras. El nombre de este Santo es romano y no visigodo, lo cual indica que correspondia su raza, no a la de los arrianos conquistadores, sino mas bien a la española o hispano-romana, que profesaba la religión católica bajo la dominacion de aquéllos; y por tanto de ella salían comúnmente los obispos católicos de los siglos V y VI.
Esto es lo que se halla de más cierto acerca de este santo, dejando a un lado otros hechos menos exactos con que se ha recargado la narración. La mayor dificultad ocurre con la época de su pontificado: el Breviario de la diócesis, impreso a mediados del siglo XVI, la pone hacia el año 390, pero esta fecha parece algo dudosa, pues proviene de haberle confundido con el poeta Prudencio, que vivió por entonces. Mariana, Baronio, Martin Carrillo y otros le ponen hácia el año 500. El P. Argáez le colocó en 572 al 578, siguiendo los falsos Cronicones de Máximo y Hauberto, que le señalan con aquellas fechas. El P. Yepes lo cree mozárabe del año 700 al 900. En resumen, hay que confesar que no se sabe a punto fijo la época del pontificado de san Prudencio; y en tal concepto, en la duda de ponerlo en 590 ó 578, parece preferible seguir al Breviario y ponerle al frente de los obispos de Tarazona, como va en todos los episcopologios.
La noticia se detiene en cada punto de las afirmaciones que hace, citando fuentes, mencionando autoridades, refutando desatinos. Vale la pena a quien esté interesado, no sólo circunstancialmente en la vida del santo, sino también en participar de las grandes dificultades con que hoy nos apropiamos de esas gotas de historia auténtica que nos viene del pasado, entremezcladas tantas veces con la leyenda. El relato completo está en Flores, España Sagrada, tomo XLIX, págs. 86ss., Madrid, 1865.