Pedro Da era del mismo pueblo, Ngoc-Cuc, que los cinco mártires vietnamitas de ayer, y fue detenido con ellos el mes de diciembre de 1861. Pero no acompañó a sus correligionarios al mismo punto de destierro sino que se le envió a Quang-Linh y aquí fue encerrado en la cárcel. El no era un rico terrateniente como los otros cinco mártires, sino un modesto carpintero que, además, colaboraba con la Iglesia siendo el sacristán de la iglesita del pueblo. Luego de unos meses en la cárcel fue decapitado el 17 de junio de 1862. Lo canonizó el papa Juan Pablo II el 19 de junio de 1988.
N. de ETF: he tomado este texto literalmente de Año Cristiano, BAC, 2003, que habitualmente constata los datos de las beatificaciones y canonizaciones con la documentación disponible; como se puede ver, difiere con el elogio del Martirologio Romano, que no lo da muerto por decapitación sino como muerto en hoguera. El decreto de beatificación (AAS 043 p. 140ss.) no ayuda, puesto que no especifica el modo de la muerte, y en la Carta Apostólica «Quasi semine sanguinis» (19 de junio de 1988) donde se detalla la canonización de todo el grupo, tampoco se mencionan individualmente los distintos modos de muerte. Posiblemente en este específico caso deba ser considerado más exacto el elogio que la noticia de BAC.