Vienne, en Francia, fue una de las más antiguas e importantes sedes episcopales de la Galia, muchos santos y beatos que figuran en el Martirologio Romano fueron obispos de esta sede.
Pantágato (o mejor escrito: Pantágatho) fue el 20º obispo, de la primera mitad del siglo VI. De él sabemos que asistió al Tercer Concilio de Orleans (local), en el año 27 de Childeberto, es decir, en nuestro A.D. 536 o 538, y que antes de ser obispo de la sede cumplió altas funciones administrativas en el reino. Gobernó la sede unos 10 o 12 años. Lamentablemente no sabemos cuándo comenzó, pero su sucesor, Hesiquio II, asiste a los siguientes concilios de Orleans, ya en torno al año 349, por lo que Pantágato había muerto para ese entonces. En general se acepta el año 340 como término de su vida, así que el 328 o 30 como inicio del episcopado. Una época turbulenta, de grandes cambios políticos en la Galia, gobernada por los cuatro hijos de Clodoveo I, primer rey cristiano de los francos y fundador de la dinastía merovingia.
El nombre de Pant-ágatho proviene del griego, y significa "todo el bien" o "todo bondad", es sin duda un monbre de buen augurio. Del significado de ese nombre retoma el martirologio de Saussajo el elogio: "como su nombre indica, era verdaderamente Ómnibono: porque con la mayor prudencia y piedad, enseñando, predicando y gobernando, administró la provincia que le fue encomendada: y con la mayor loable integridad, después de haber asistido al tercer Concilio Aureliano, entre las ilustres estrellas de la Galia, verdadera luz y pilar de la religión, partió feliz al Señor."
Sus reliquias se conservaban en Vienne hasta que fueron robadas en 1567. El epitafio de su tumba se conserva (y es reproducido por los Bolandistas).
Fuentes consultadas: Mons. Duchesne, Fastes Episcopaux, I, pág 206. Acta Sanctorum, abril, 2 [1675].