Un documento de fines del siglo XV afirma que Osmundo era hijo del conde Enrique de Séez y de Isabel, medio-hermana de Guillermo el Conquistador. Es cosa cierta que el santo fue a Inglaterra con los normandos y sucedió a Herfast en el cargo de canciller del reino. En 1078, el rey Guillermo nombró a Osmundo obispo de Salisbury. Lanfranco de Cantembury le confirió la consagración. Selisbury en aquella época no pasaba de ser una fortaleza construida sobre la colina conocida actualmente con el nombre de Old Sarum. Herman, el predecesor de Osmundo, había empezado a construir la catedral. Osmundo la terminó y la consagró en 1092, pero cinco días más tarde, un rayo cayó sobre la obra y la destruyó en gran parte. Los cimientos de la catedral construida por san Osmundo, se ven todavía en la colina, el sitio es actualmente un campo de juego en los suburbios de New Sarum. El santo organizó el capítulo de su catedral al modo normando: el canciller era a la vez director de la escuela de clérigos y los canónicos estaban obligados a residir allí y a cantar en el coro el oficio divino. El ejemplo tuvo gran trascendencia, ya que en esa época varias de las catedrales más importantes de Inglaterra estaban atendidas por monjes y no por el clero secular. San Osmundo formó parte de la comisión regia encargada de la revisión del «Domesday Book» [registro censal de propiedades encargado por Guillermo el Conquistador]. Igualmente, fue uno de los principales prelados que estuvieron en Old Sarum en 1086, cuando se aprobó el Domesday Book y los nobles juraron que permanecerían leales al rey contra cualquier enemigo. En el pleito entre Guillermo el Rojo y san Anselmo acerca de las investiduras, San Osmundo se puso del lado del rey, sin embargo, poco antes de su muerte, se arrepintió y pidió perdón a san Anselmo por habérsele opuesto.
El nombre de san Osmundo es particularmente conocido entre los liturgistas. En la época del santo y largo tiempo después, muchas diócesis de la cristiandad tenían sus «usos» litúrgicos propios, diferentes a los de Roma. Los libros litúrgicos de Salisbury eran particularmente confusos. san Osmundo se encargó de ordenarlos, y redactó una serie de reglas sobre la celebración de la misa, el rezo del oficio divino y la administración de los sacramentos, para uniformar las costumbres de su diócesis. Un siglo después, la mayoría de las diócesis inglesas y galesas habían adoptado ya «los usos de la distinguida y noble iglesia de Sarum». En 1172, fueron adoptados en Irlanda y, hacia 1250, en Escocia. En Inglaterra siguieron observándose ordinariamente hasta después de la época de María Tudor, es decir, hasta que fueron gradualmente sustituidos por el rito romano reformado por san Pío V. Esa obra de revisión litúrgica exigía comparar muchos manuscritos y, san Osmundo reunió una nutrida biblioteca en su catedral. Según se cuenta, el santo escribió una biografía de san Aldelmo, su predecesor en el gobierno eclesiástico del occidente de Wessex, a quien profesaba gran veneración, por ello asistió a la entronización de sus reliquias en Malmesbury.
A pesar de sus múltiples actividades públicas, san Osmundo pasó largas temporadas en su ciudad episcopal, donde copió y encuadernó muchos libros de la biblioteca de su catedral. Guillermo de Malmesbury le alaba por su pureza de vida y hace notar que estaba libre de las dos grandes tentaciones de los prelados de su época, la ambición y la avaricia. San Osmundo disgustaba por el rigor y la seriedad con que trataba a sus penitentes, pero no era más riguroso con ellos que consigo mismo; murió en la noche del 3 al 4 de diciembre de 1099 y fue sepultado en su catedral. El obispo de Salisbury, Ricardo Poore, pidió en 1228 que fuese canonizado, sin embargo el proceso llegó a término recién dos siglos más tarde. Las reliquias de san Osmundo fueron trasladadas de Old Sarum a la capilla de Nuestra Señora, en la nueva catedral de Salisbury. Enrique VIII destruyó el relicario. Alban Butler afirma que las reliquias fueron sepultadas en la misma capilla. Un fragmento de la dala sepulcral, en el que se lee la fecha MXCIX, se ve todavía en la nave de la catedral. Su fiesta se celebra en las diócesis de Westminster, Clifton y Plymouth.
No existe ninguna biografía muy antigua de san Osmundo, pero según parece, se conserva un texto biográfico incompleto en el MS. Cotton, Titus F. III del Museo Británico. Casi todo lo que sabemos sobre el santo procede de Guillermo de Malmesbury y Simeón de Durham. Todavía se conservan varios documentos relacionados con la canonización; casi todos son catálogos de milagros. Fueron editados en 1901 por H. R. Malden (Wiltshire Record Society); los originales se hallan en la catedral de Salisbury. Véase también W. H. Frere, The Sarum Use, 2 vols (1898 y 1901); W. H. R. Jones, The Resgister of St Osmund, 2 vols (1883-84), en la Rolls Series. W. J. Torrance escribió en 1920 una biografía de criterio anglicano.