Melanio nació en Placet, de la región bretona de Brain. En razón de que había servido a Dios con gran fervor en un monasterio, fue obligado por el clero y el pueblo de Rennes a aceptar la consagración episcopal, en cuanto murió el obispo san Amando. Al ocupar su cargo desempeñó un papel muy importante en la redacción de los cánones del sínodo de Orléans el año 511. Junto con los obispos Licinio de Tours y Eustoquio de Angers, san Melanio escribió una carta en la que reprendía a dos sacerdotes bretones llamados Lovocato y Catierno, que vagabundeaban de un sitio a otro. En la carta, escrita por todos ellos para dar mayor autoridad a su intervención, advierten a los destinatarios contra dos tipos de abusos: ante todo reprueban a los sacerdotes extranjeros e itinerantes que, con un altar portátil, van celebrando misa de casa en casa; el segundo abuso criticado es el empleo de mujeres, que son además conhospitae (cohabitan con el clero), durante la celebración de la eucaristía, considerando esta práctica de la participación de las mujeres en el ministerio como algo que se remonta al influjo de alguna herejía griega. Ya en nuestra época, se ha cuestionado que esa práctica provenga del influjo griego, y se ha propuesto más bien que fuera una influencia de la religión celta.
Las virtudes más características del santo eran la humildad y el espíritu de oración. Su biógrafo afirma que realizó numerosos milagros. El rey Clodoveo, después de su conversión, llegó a tenerle en alta estima. San Melanio murió antes del año 549, en un monasterio que había fundado en Placet. Fue sepultado en Rennes, donde su fiesta se celebra todavía. Antiguamente, se celebraba también en Mullion de Cornwall, en donde había suplantado a san Moliano como patrón de la ciudad.
Puede verse la biografía del santo en Acta Sanctorum, 6 de enero; Monumenta Germaniae Historica, Scríptores Merov, vol. III; Duchesne, Fastes Episcopaux, vol. II, pp. 340-341; sobre la hipótesis de la cuestión de las mujeres en el culto como resabio celta, N. Chadwick, «The Colonisation of Brittany from Celtic Britain» en Proceedings of the British Academy, 51 (1965) 235-299, en pág. 274; R. Gryson, Le ministere des femmes dans l'église ancienne (Gembloux 1972), 169. El presente artículo combina la noticia del Butler-Guinea, tomo IV, pág. 278, con la cuestión de la carta, en Di Berardino, Patrología, BAC, IV, pág. 376. La bibliografía también se ha compuesto combinando lo fundamental de los dos.
La imagen muestra el detalle dedicado a San Melanio en el fresco «La procesión de los santos de la diócesis de Rennes hacia la catedral de Rennes", de Alphonse Le Hénaff, pintado para la Catedral entre 1871 y 1876.