Este santo es mencionado una única vez en un escrito apologético de Tertuliano, dirigido a Scapula, Proconsul de Cartago, en el que el escritor cristiano le presenta al magistrado pagano la causa cristiana, y cómo, oponiéndose a ella, los paganos tan sólo excitan la ira de Dios, que los aguarda en su Juicio.
En el capítulo 3 relaciona algunas enfermedades terribles ocurridas a magistrados paganos, con las persecuciones y muertes ordenadas o provocadas por estos. En ese conjunto, menciona al final a Mayolo de Adrumento, arrojado a las fieras por ser cristiano, un martirio que parece haber ocurrido recientemente en Bizacena (en el actual Túnez), una de las ciudades importantes, poco inferior a Cartago, y que se convertiría más tarde en capital de una de las tres provincias del Africa Proconsular que serán creadas a fines del siglo III.
El martirio de Mayolo, según parece, inició una persecución más generalizada, aunque no hay un acuerdo de lo que significa la rara expresión que utiliza Tertuliano: "nunc ex eadem causa interpellatio sanguinis", que se suele entender en el sentido de que llevó a un "juicio de sangre" de los cristianos, es decir, a una persecución formal. Aparentemente esa persecución no había terminado aun, y por ese motivo Tertuliano exhorta al magistrado a tener presente que el Juicio divino se cierne sobre aquellos que persiguen a los cristianos.
Este testimonio es, como puede verse, contemporáneo y cercano de los hechos. Como no tenemos más referencias que ese nombre, con él evocamos, en realidad, toda una persecución, la mayoría de cuyas víctimas han permanecido anónimas. Este mártir se celebraba antes el día 4 de enero.
El día 11 de mayo en el Martirologio Romano anterior se inscribió otro Mayolo, mártir de África, con escasísimas referencias, y mezclado en distintos grupos de nombres, y que aparecen en varias copias del Jeronimiano y de allí a otros martirologios posteriores.
En la actualidad se considera que lo que se inscribió en el Jeronimiano no es otro que el Mayolo del que habla Tertuliano, por lo que en la nueva edición del Martirologio Romano las dos inscripciones se han fusionado: en la fecha del 11 de mayo, atestiguada en la tradición martirológica se ha inscripto el Mayolo del que con certeza habla Tertuliano.
Ver Acta Santorum, enero I, pág. 165 y mayo II, pág. 625. Para el texto de Tertuliano: Ad Scapulam, cap. 3. Sobre la identidad entre el Mayolo de Tertuliano y el del Jeronimiano, ver Delehaye, "Les origines...", pág 431