Juan Bautista Zhou Wurui (Tchou Ou Yoei) era un joven cristiano chino de 17 años a quien los misioneros habían pedido que fuera a observar los movimientos de los boxers en orden a las medidas de protección que frente a su agresión se pudieran tomar. El joven cumplía su encargo junto con otros compañeros cuando se topó con un grupo de boxers, los cuales vieron que el joven llevaba un escapulario y por ahí dedujeron su identidad cristiana. Entonces lo arrestaron y le exigieron la apostasía, y como el joven se negaba empezaron a maltratarlo a fin de hacerle desistir de la fe. Se mantuvo firme el muchacho y para reducir su resistencia le cortaron las manos y luego los pies. El invicto mártir no apostató. Siguió confesando a Jesucristo hasta que fue finalmente decapitado. Era el 19 de julio de 1900 en el pueblo de Tchou-Kai-Ho (Lujiazhuang). Fue canonizado por Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000 junto con los demás mártires de China.