Éstos son los datos históricos que poseemos: ya obispo, participó en el Concilio de Orleans del 541, 549 y en el de París del 552. Fue discípulo y amigo de san Cesáreo de Arles, con quien (además de otros) suscribió la Regla de las Santas Vírgenes, y, muerto su amigo, escribió el primer libro de la Vida de san Cesareo junto con san Cipriano de Toulon. El poeta romano Arator lo celebraba en estos términos:
«... Firminus venerabilis ille sacerdos
Pascere qui populum dogmatis ore potest.
Hujus ad Italiae tendit laudatio fines,
atque ultra patriam nomen gloria habet.»
(Firmino, el venerable sacerdote,
que puede apacentar al pueblo con su boca.
Hasta los confines de Italia llega su alabanza
y más allá de la patria tiene un nombre en la gloria.)
Se ignora la fecha de su nacimiento y su muerte, pero sabemos que es el tercero en la lista de obispos conocidos de Uzés, seguido por san Ferreolo. Su culto es muy antiguo: el martirologio de Usuardo lo inscribe el 11 de octubre. Una vida, muy posterior e indigna de crédito, trata de hacerlo descendiente de la familia real merovingia y tío de su sucesor.
Traducido para ETF de un artículo de Paul Viard en Enciclopedia dei Santi, que recogemos de Santi e beati; la traducción de los versos latinos es de ADC. En la imagen: tumba de san Fermín en la catedral de Uzés.