Nada sabemos acerca de san Eterio excepto que su nombre aparece en los antiguos episcopologios de Vienne como 28º obispo de la sede.
En la vida de San Didier (obispo nº 26 y muy importante) aparece mencionado como uno de sus sucesores próximos, sin embargo, dado que no hay datos, es difícil establecer una cronología.
El obispo anterior a él, Domnolo, asistió al concilio de París en el 614, y el segundo sucesor aparece como firmante en el concilio de Clichy del 627.
Esas dos fechas determinan aproximadamente el lugar que ocupa Eterio en la cronología episcopal: gobernó la diócesis en algún período de entre esos años.
Lectores modernos, esperamos saber los hechos que determinaron que fuera santo, o al menos retazos de una leyenda heroica. Pero no hay nada de eso. En muchos casos en la tradición episcopológica, sobre todo de las grandes sedes, se consideraba santo un nombre por haber gobernado la diócesis, sin indagaciones pormenorizadas sobre los detalles de su vida.
Restos de esa veneración a la obra de gobierno eclesiástico puede ser alguna capilla en alguna iglesia de la región.
El nombre aparece mencionado, con los retazos de inscripciones antiguas, en Acta Sanctorum, Junio, tomo II, pág. 959, y en Duchesne, Fastes, t. I, pág. 208.