Andrés nació en Go-Ti, Tonkín, el año 1790 en el seno de una familia cristiana. Educado esmeradamente, el joven manifestó su voluntad de colaborar con la Iglesia, y ejerció como catequista con mucha responsabilidad, siendo nombrado responsable de todos los catequistas del distrito misional de Binh-Dinh. Por otro lado su prestigio como persona honesta le valió el nombramiento de alcalde de su pueblo, puesto que aprovechó para parar cuantos golpes persecutorios pudo contra la comunidad cristiana.
Un sobrino suyo, a quien él había reprochado una conducta desarreglada, lo denunció como cristiano. Fue arrestado y llevado a Binh-Dinh. Encarcelado, se le permitía, sin embargo, salir y visitar a los suyos y por temer represalias contra su familia no huyó. Llevado a juicio, confesó la fe, se negó a apartarse de ella y se le desterró a una lejana provincia, a la que iría en un viaje extenuante. Cargado con la canga y cadenas debió andar kilómetros y kilómetros sin descanso, hasta que quedó exhausto. Le quitaron, estando en Mitho, la canga y las cadenas pero Andrés cayó al suelo, se entregó a la oración y no pudo ya levantarse hasta morir. Fue canonizado por Juan Pablo II el 19 de junio de 1988.