Teano, en la Campania italiana, celebra el 23 de enero la fiesta de san Amasio, copatrono de la ciudad, recordado como su segundo obispo, sucesor de san Paris. De él se conoce una "Vita" proveniente de las Actas de la Iglesia Teaniense, que un autor napolitano ha a su vez resumido y transmitido, por lo que nos ha llegado en dos versiones.
Aun cuando contiene detalles legendarios y clichés narrativos propios de estos géneros cuando abordan a sus personajes a mucha distancia temporal, contiene detalles que pueden ser fidedignos:
Se nos dice que era de origen oriental, sacerdote, pero que, como muchos otros creyentes ortodoxos, huyó a Occidente bajo la presión de las persecuciones de los arrianos. Así llegó a Roma en tiempos del emperador Constancio II (337 a 361) y del papa Julio I (337 a 352). Éste lo envía a predicar en la Campania. También en el resto de la cristiandad había en cadaa lugar un partido arriano y uno ortodoxo. Llega a Sora, donde campeaba la herejía arriana, y realiza allí un milagro para mostrar la verdad de la fe nicena, pero lejos de convertirse, los soranos lo echan de la ciudad.
Baja así a Teano, que en ese momento se encontraba sin obispo, y es elegido obispo de esta sede de reciente creación, sufragánea de la sede de Nápoles, y dice la Vita que el propio papa lo consagró obispo. Luego de un episcopado acreditado por su sabiduría y por su don de curaciones, murió pacíficamente en su sede hacia el año 356. Los soranos, arrepentidos, erigen en su honor una basílica, que sería el primer testimonio de su culto, aunque la versión napolitana de la vita dice que la construyeron los teanos.
Ver Acta Sanctorum, enero, II, pág 485-486, que reproduce la primera versión de la Vita, y unas pocas notas complementarias; la otra Vita se encuentra (junto con esta misma) en la Biblioteca Hagiográfica Latina, vol I, pp. 58-9, nn. 354 y 355.