Vivió en el siglo VIII y fundó el monasterio de Altomünster, en la diócesis de Freising, Baviera. Allí, -según noticias biográficas, pero de escaso valor, transmitidas por el monje de Othloh en el siglo XI- el rey Pipino el Breve le habría donado un terreno boscoso para desmontar y cultivar; la iglesia del monasterio habría sido consagrada por san Bonifacio. La leyenda cuenta cómo Alto marcaba con un cuchillo los árboles que había que limpiar, luego caían por sí solos, y las aves se llevaban las ramas para ayudar a otras iglesias. El monasterio tenía escasez de agua, pero Alto hizo brotar una fuente, que pronto fue visitada como fuente curativa.
Fue considerado escocés o irlandés, aunque su nombre es claramente germánico. Puede ser identificado con el «Alto recluso», cuya firma aparece al final de un documento de Freising, hacia el 763.
Su fiesta, limitada en un principio a Altomünster, Weingarten y Freising, se extendió luego por toda Baviera, y es celebrada el 9 de febrero; en los martirologios escoceses e irlandeses Alto es recordado el 5 de noviembre. Existen en Altomünster y Weingarten algunas reliquias, de dudosa autenticidad, y no faltan imágenes del santo.
Traducido para ETF del artículo de Alfonso M. Zimmermann en Enciclopedia dei Santi. Las leyendas de los árboles y la fuente provienen del Ökumenisches Heiligenlexikon.
Cuadro: techo de la iglesia del monasterio de Beichtraum, Altomünster: Alto hace surgir una fuente, Joseph Mages, 1767/68.