Cuando las tropas alemanas llegaron el 29 de junio de 1941 a la ciudad ucraniana de Drohobych, recién evacuada por las tropas soviéticas, se hallaron con que los presos de la cárcel habían sido asesinados. Entre estos presos eliminados estaban dos sacerdotes, y el motivo de su encarcelamiento no había sido otro que el de su condición de ministros de la Iglesia católica. El primero de ellos, Severiano Baranyk, había nacido el 18 de julio de 1889, y, sintiendo la vocación religiosa, había ingresado en la Orden basiliana de San Josafat el 16 de mayo de 1905. Profesó el 16 de mayo de 1907, y prosiguió sus estudios hasta la ordenación sacerdotal, el 14 de febrero de 1915. Ejerció primero el ministerio en Zhovka y pasó luego como superior al monasterio de Drohobych. Cuando en 1939 llegaron las tropas soviéticas, el P. Severíano permaneció en su puesto atendiendo a los fieles. Arrestado el 26 de junio de 1941, fue encerrado en la cárcel de la ciudad y al día siguiente o al otro, masacrado. El segundo de ellos, Joaquín Senkivskyj, había nacido el 2 de julio de 1896 en Velyki (Ternopol). Luego de estudiar en el seminario, se ordenó sacerdote el 4 de diciembre de 1921, y posteriormente comenzó el noviciado en la Orden Basiliana de San Josafat el 10 de julio de 1923, donde haría la profesión religiosa. Ejerció el ministerio pastoral en Krasnopucha (1925-1927), y pasó luego como docente a Lavriv (1927-1931). Pasó entonces al monasterio de Lvov y en 1939 al de Drohobych. Encarcelado el 26 de junio de 1941 por los soviéticos, al entrar las tropas nazis fue hallado su cuerpo muerto en la cárcel. Fueron beatificados el 27 de junio de 2001.