Pablo Pedro Gojdic, confirmado por la experiencia ascética en la Orden de San Basilio Magno, primero como obispo de la eparquía de Presov y, después, como administrador apostólico de Mukacevo, procuró constantemente realizar el programa pastoral que se había propuesto: «Con la ayuda de Dios, quiero llegar a ser padre de los huérfanos, ayuda de los pobres y consolador de los afligidos». Conocido por la gente como un «hombre de corazón de oro», para los representantes del Gobierno de su tiempo se había convertido en una verdadera «espina en el costado». Cuando el régimen comunista declaró ilegal a la Iglesia greco-católica, fue detenido y encarcelado. Comenzó así para él un largo calvario de sufrimientos, malos tratos y humillaciones, que lo llevó a la muerte por su fidelidad a Cristo y su amor a la Iglesia y al Papa.
Con estas pocas palabras, pero que van al centro de la santidad de vida del beato, presenta a Pablo Gojdich el papa Juan Pablo II en su homilía de beatificación, el 4 de noviembre de 2001. El beato Pablo había nacido en Presov (Eslovaquia), el 17 de julio de 1888, y murió mártir, confesando el nombre de Cristo ante el régimen comunista, en Leopoldov (también Eslovaquia), el 17 de julio de 1960, por lo que nació el mismo día, tanto en la tierra como en el cielo.
Puede leerse una biografía más detallada en italiano, en el mismo sitio Vaticano. Decreto de beatificación, con una breve biografía en latín, en Acta Apostolicae Sedis 94 (2002), pág. 586ss.