Los intentos de los estudiosos por conocer la vida del beato más en profundidad han resultado, hasta el momento, infructuosos; han llegado hasta nosotros muchos testimonios de culto, recuerdos de milagros y tradiciones populares, que bastan para atestiguar su fama de santidad, e incluso son suficientes para la confirmación canónica del culto, pero no nos sirven a la hora de afirmar nuestro conocimiento biográfico del beato.
Parece que su nombre de familia fue Gherarducci. La época en la que vivió, el siglo XIV, fue la de un extraordinario florecimiento de la santidad en la región italiana de Las Marcas. El beato vivió en el convento agustino de Recanati, Pcia. de Macerata, en soledad y oración, y desde allí proyectó su carisma de pacificación entre las diversas facciones que disputaban (habitualmente de manera violenta) por aquellos tiempos.
Este aspecto, además de los milagros, fue el más recogido por la tradición, e incluso hasta inicios del siglo XX, cuando llegaba la fiesta del beato, se escogían algunas personas que debían hacer de pacificadores en las disputas de la ciudad de Recanati.
El beato murió el 12 de marzo de entre el 1350 y el 1370. Pío VII confirmó su culto en 1804, otorgando a la diócesis misa y oficio propios.
Basado en datos de «Santi e Beati» y «Año Cristiano», BAC, 2003.