Jacobo (James) Thomson, llamado también James Hudson, fue un mártir de la persecución de Isabel I en Inglaterra. Nació en o cerca de York, pasó casi toda su vida en esa ciudad, y allí murió, el 28 de noviembre de 1582.
Llegó al Colegio Universitario de Reims el 19 de septiembre 1580, y en mayo del año siguiente, en virtud de una dispensa, fue admitido en Soissons, con Nicolás Fox, recibiendo toda la secuencia de órdenes sagradas (menores y mayores) en el plazo de doce días, aunque en el momento estaba tan enfermo que apenas podía soportar el ritmo. Fue enviado a la misión el siguiente 10 de agosto, y fue detenido en York el 11 de agosto de 1582. Al ser presentado ante el Consejo del Norte confesó abiertamente su sacerdocio, ante el asombro de sus conciudadanos que sabían que no había estado ausente más de un año. Luego fue cargado con hierros dobles y encarcelado, primero en una cárcel privada, hasta que se agotó su dinero, y luego en el castillo. El 25 de noviembre fue condenado por alta traición. Tres días más tarde sufrió el martirio con gran alegría y tranquilidad en Knavesmire, protestando que jamás había conspirado contra la Reina, y que moría en y para la fe católica. Mientras colgaba de la horca, levantó sus manos al cielo, y a continuación se golpeó el pecho con la mano derecha, e hizo finalmente un gran signo de la cruz. A pesar de su condena, no fue descuartizado ni su cuerpo destruido, sino enterrado bajo la horca.
Traducido para ETF del artículo de John B. Wainewright en Catholic Encyclopedia (1913).