Sir Adrián Fortescue nació en 1476, en el seno de una antigua familia de Devonshire. Por parte de su madre, era primo de Ana Bolena. Contrajo matrimonio con Ana de Stonor, de la que tuvo dos hijas. Doce años después de la muerte de su primera esposa, se casó con Ana Rede de Boarstall, de la que tuvo tres hijos. Hasta la edad madura, llevó la vida ordinaria de los caballeros de su tiempo. Ejercía el cargo de juez de paz del condado de Oxford y era caballero de la Orden del Baño. Con frecuencia formaba parte del cortejo real. Hizo la guerra en Francia en 1513 y en 1523; formó parte de la comitiva de la reina Catalina en el viaje que ésta hizo a Calais, durante «el Torneo del Pendón de Oro» y asistió a la coronación de Ana Bolena. Siempre fue un hombre muy religioso; además de caballero de la Orden de San Juan de Jesuralén («caballero de Malta»), fue miembro de la Tercera Orden de Santo Domingo, a la que ingresó en Oxford.
Por lo que se refiere a la manera de proceder de Enrique VIII, Sir Adrián se condujo con circunspección y prudencia. A pesar de ello, por razones que desconocemos, fue arrestado el 29 de agosto de 1534 y encarcelado en la prisión de Marshalsea. Sin embargo, recobró la libertad durante cierto tiempo, probablemente en la primavera del año de 1535, cuando fueron martirizados Moro, Fisher y los monjes cartujos. Sin duda que Sir Adrián comprendía lo que tales ejecuciones presagiaban. En efecto, en febrero de 1539, fue arrestado nuevamente y enviado a la Torre de Londres.
El Parlamento se reunió en abril. Sir Adrián fue condenado sin ninguna clase de juicio, «no sólo por haberse rehusado traidoramente a prestar el juramento de fidelidad que debía a la Corona, sino también por haber cometido diversas y muy detestables y abominables traiciones y por haber sembrado la sedición en el reino». El documento no determina cuáles habían sido esas abominables traiciones, pero es evidente que estaban relacionadas con la lealtad de Sir Adrián a la Santa Sede, ya que su nombre aparece con los del cardenal Pole, Tomás Goldwell, fray Guillermo Peto y otros acusados del mismo «delito». El Beato Adrián fue decapitado en Tower Hill, el 8 o el 9 de julio, junto con el Venerable Tomás Dingley. Los Caballeros de Malta empezaron a tributarle culto desde su muerte, lo cual dio fundamento para su beatificación, que luvo lugar en 1895. La arquidiócesis de Birmingham celebra su fiesta.
El P. John Morris publicó en The Month (junio y julio de 1887) los documentos principales. Véase también Camm, LEM, vol. I, pp. 413-461. La Biblioteca de Bodley de Oxford posee un manuscrito de Piers Polymann copiado de mano del Beato Adrián.