QUÉDATE, SEÑOR, CONMIGO (Plegaria del Padre Pío para después de la comunión) Has venido a visitarme, como Padre y como Amigo. Jesús, no me dejes solo. ¡Quédate, Señor, conmigo! Por el mundo envuelto en sombras voy errante peregrino. Dame tu luz y tu gracia. ¡Quédate, Señor, conmigo! En este precioso instante abrazado estoy contigo. Que esta unión nunca me falte. ¡Quédate, Señor, conmigo! Acompáñame en la vida. Tu presencia necesito. Sin Ti desfallezco y caigo. ¡Quédate, Señor, conmigo! Declinando está la tarde. Voy corriendo como un río al hondo mar de la muerte. ¡Quédate, Señor, conmigo! En la pena y en el gozo sé mi aliento mientras vivo, hasta que muera en tus brazos. ¡Quédate, Señor, conmigo!