Los orígenes de la CVX se remontan a las congregaciones marianas creadas en 1563 por el sacerdote jesuita Jean Leunis y un grupo de estudiantes del Colegio Romano, que deseaban seguir los pasos de los grupos laicos que se habían desarrollado desde 1540 en diferentes partes del mundo gracias a la obra de san Ignacio de Loyola y sus compañeros. En 1584, Gregorio XIII aprobó la primera congregación en su Bula Omnipotentis Dei, y en 1587 Sixto V emitió su Bula Superna dispositione autorizando la institución de otras congregaciones afiliadas a la original y abiertas a todos. La grave crisis que sufrió la Compañía de Jesús en el siglo XVIII, que llevó en 1773 a su supresión por Clemente XIV, debilitó las congregaciones, que se convirtieron en un movimiento de masas muy diferente de lo que el fundador pretendía en un principio.
No fue hasta 1948, tras la publicación de la Constitución apostólica Bis saeculari die en la que Pío XII estableció las directrices para el apostolado de los laicos, cuando se sintió la necesidad de renovar las congregaciones marianas - o cofradías como se llaman en algunos países - y agruparlas en una federación internacional.
En 1952 se creó la Federación Mundial de las Congregaciones Marianas que, tras cambiar su nombre por el de Federación Mundial de las Comunidades de Vida Cristiana - en la Asamblea General de 1967 - fue reconocida por la Santa Sede en 1971.
Su nombre actual de Comunidad de Vida Cristiana se adopta en 1982, cuando se confirma el deseo de ser una comunidad mundial.
El 3 de diciembre de 1990, el Consejo Pontificio para los Laicos decretó que la Comunidad de Vida Cristiana fuera una asociación internacional de fieles.
CVX es admitida como Organización No Gubernamental (ONG) con status consultivo en el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de las Naciones Unidas.
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- Identidad
- La CVX está formada por cristianos hombres y mujeres de todas las edades y condiciones sociales que desean seguir más de cerca a Jesucristo y trabajar con Él en la construcción del Reino. Buscan ser cristianos comprometidos, dando testimonio en la Iglesia y en la sociedad de los valores humanos y evangélicos esenciales para la dignidad de la persona humana, el bienestar de la familia y la integridad de la creación.
- Estructura
- La Comunidad de Vida Cristiana es gobernada por la Asamblea General –órgano supremo de gobierno–. Se compone del Consejo Ejecutivo Mundial y la delegación de cada Comunidad Nacional. El Consejo Ejecutivo Mundial es el responsable del gobierno ordinario de la Comunidad Mundial. El Consejo está compuesto por el Presidente, Vicepresidente y cinco Consultores. Lo integran, además, el Asistente Eclesiástico, el Vice-Asistente Eclesiástico y el Secretario Ejecutivo. Están encargados de asegurar la ejecución de las políticas y orientaciones determinadas por la Asamblea.