Un joven obispo misionero y dos fervorosos sacerdotes nativos vietnamitas fueron martirizados en Dong-Hoi el 24 de noviembre de 1838, culminando así su carrera de entrega a Dios y a la salvación de las almas y habiendo dado testimonio insigne de fidelidad a Cristo y al sacerdocio que por amor a él habían recibido y ejercido. Los tres mártires fueron canonizados el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II, y su memoria litúrgica es hoy mismo, entre los 117 mártires de Vietnam. Éstos son sus datos:
Pedro Rosa Úrsula Dumoulin-Borie nació en Beynat, Francia, el 20 de febrero de 1808, hijo de unos molineros, de donde vino que le llamaran Pedro du Moulin, Pedro del Molino. Su apellido era Borie. Ingresó en el seminario y la lectura de los Anales de la Propagación de la Fe despertó en él la vocación misionera. Vuando ya había sido ordenado de subdiácono ingresó en el Seminario de Misiones Extranjeras de París, donde es ordenado sacerdote. Parte en noviembre de 1830 para el Tonkín, pero hubo de esperar muchos meses en Macao, hasta que en mayo de 1832 pudo por fin llegar a su destino misional. Tiene que trabajar en la clandestinidad porque estaba el país en plena persecución anticristiana y se le encarga de la zona meridional del Vicariato, donde había cincuenta mil cristianos, treinta sacerdotes y muchos seminaristas. Se adapta a la lengua y las costumbres del país y logra imprimir un fuerte dinamismo a la comunidad, funda dos conventos y varios seminarios menores. En 1836 el vicario apostólico, mons. Havard, lo presenta a Roma como su sucesor y en julio de 1838 se expiden las bulas de nombramiento episcopal como Vicario Apostólico y obispo titular de Acanto. Havard había muerto y Pedro estaba ya en prisión, por lo que no pudo consagrarse obispo. En efecto, el 31 de julio es denunciado y arrestado y toma desde la prisión las medidas necesarias para el gobierno de la comunidad cristiana. Invitado a apostatar se negó firmemente, dio en todo momento testimonio firme de su fe y viendo venir la muerte se dedicó a prepararse a ella con serenidad y paz. No tenía más que 30 años cuando fue decapitado.
Pedro Vo Dang Khoa nace en Thuong-Nai en 1790 y es ordenado sacerdote a los 30 años. Trabaja pastoralmente en Bach-Bati, Chang-Chuong y en Bo-Chim, donde tuvo como párroco a san Vicente Diem, que será compañero suyo de martirio. Enviado como párroco a Con-dua, fue arrestado en el poblado de Le-son y llevado a la cárcel de la capital de la provincia, donde halló a sus compañeros de martirio. Con ellos se preparó a dar un limpio y coherente testimonio de Cristo. Fue martirizado por estrangulamiento.
Vicente Ngyen Tho Diem nace en An-Do en el seno de una familia cristiana. Seminarista desde niño, una vez ordenado sacerdote ejerce su ministerio como párroco en Bo-Chim y en Con-Nam, atendiendo con gran celo a los fieles y cuidando mucho de los pobres. Forma con mucho cuidado a los catequistas y logra aumentar el número de fieles de su comunidad. Cuando en 1838 se hace muy firme la persecución, se ve obligado a retirarse de la parroquia, pero en el camino hacia An-Bai es arrestado por la denuncia de un apóstata. Conducido a la prisión de Dong-Hoi, confesó la fe pero fue poco prudente en los interrogatorios y pudo saberse por él el nombre de los cristianos que habían albergado sacerdotes, lo que trajo consigo su arresto. El obispo Borie se lo reprochó y él reconoció su fallo y pidió al tribunal dejara libres a las personas arrestadas por su culpa. Volvió a dar testimonio público de su fe y se negó a apostatar, por lo que fue estrangulado.