Amigos y compañeros de trabajo, compartían estos dos padres de familia la misma fe cristiana, y ella les llevó al martirio y a la gloria. El día 5 de junio de 1862 en el pueblo de Tang-Ya ambos fueron introducidos en sendas chozas de cañas secas, a las que encendieron fuego, pereciendo los dos quemados vivos. Los dos fueron beatificados, al igual que los otros mártires de la persecución en Vietnam, el 19 de junio de 1988.
Domingo Toai había nacido en Dong-Thanh hacia 1810. Estaba casado, tenía tres hijos y se ganaba la vida como pescador. No disfrutaba de buena salud. Arrestado en el otoño de 1861, parece que habría podido sobornar a alguna autoridad para obtener la libertad pero no quiso apelar a ese medio y hubo de padecer nueve meses de cárcel. Aquí encontró otros cristianos presos, a los que animó a perseverar en la fe, como él mismo perseveraba, negándose repetidamente a apostatar.
Domingo Huyen era del mismo pueblo que su amigo y compañero en el oficio de pescador y más o menos de la misma edad. También estaba casado y tenía hijos Arrestado por el mismo tiempo, pasó a la cárcel de Tang-Ya, donde dio continuo testimonio de fe.