El catequista Agustín Pak es el más conocido del grupo de hoy. Pertenecía a una familia de la capital de nivel medio; sin embargo, perdió a su padre de niño y cayó en la pobreza; en esas duras condiciones permaneció fiel a su fe cristiana: Con el paso del tiempo consideró un deber procurar no sólo la instrucción de los cristianos, por loq ue devino catequista, sino intentar llevar el bautismo a los infieles que estuvieran en peligro de muerte. Exhortaba a los cristianos que le rodeaban a que desarraigaran de su vida todo vicio y falta grave, aunque lo hacía con dulzura y delicadeza, de modo que aun aquellos a los que reconvenía loe scuchaban con buena disposición. Estaba casado con Bárbara Ko, cuyo padre había muerto por la fe en 1801 (no beatificado aun), y el matrimonio vivía en la clandestinidad, entregado a confortar a los cristianos perseguidos y cautivos. Pedro se las arreglaba para acercarse a la cárcel a dar ánimos a los creyentes.
Pero fueron apresados, y durante seis sesiones de interrogatorio recibieron torturas tan horribles, que ya no eran capaces de utilizar por sí mismos las manos ni los pies. Luego de unos días fueron nuevamente torturados, y condenados a muerte. Bárbara murió el 29 de diciembre, pero Agustín deberá esperar aun un mes más. junto a él da su testimonio cristiano Pedro Hong, también catequista, de 41 años, nacido en Sosan, Chungcheong-do, hermano de Pablo Hong, a quien se conmemora mañana; eran nietos de Hong Nang-min martirizado en 1801 y sobrinos de Protasius Hong, martirizado en 1839; los dos hermanos arriesgaban su vida escondiendo a los misioneros y dando catequesis clandestinamente. También Magdalena Son, de 38 años, nacida en Seúl, esposa del catequista Pedro Ch'oe Chang-Hub, muerto el 29 de diciembre del año anterior, junto con la esposa de Agustín Pak; Águeda Yi, Águeda Kwon y María Yi, las tres jóvenes, de Seúl, de 26, 20 y 21 años respectivamente. Todos fueron martirizados en Dangkogae, Seúl, el 31 de enero de 1840.
Ver Histoire de l'Eglise en Coree, de Charles Dallet, tomo II, pág. 201ss. La estampa representa a san Pedro Hong catequizando en la clandestinidad., y pertenece a una serie de estampas conmemorativas que cuentan, en coreano, la historia de cada uno de los mártirs con una escena significativa de su vida o de su martirio, algunas de ellas van acompañadas, además, de una breve historia del santo en inglés.