Rosa Fan Hui (o Wang Hoei) era una mujer soltera de la comunidad cristiana de Fanjiazhuang, en la provincia de Hebei, China, que ejercía de catequista en su pueblo y en otros varios, dedicada con gran ímpetu a la labor evangelizadora. Cuando en julio de 1900 se entera de que los boxers andan matando a los cristianos, se esconde en un sitio y en otro, pero el día 15 de agosto decidió cesar en su huida, y se pasó el día de la Virgen preparándose en la oración al martirio. Cuando a la mañana siguiente llegan los boxers, unos vecinos del pueblo les indican dónde está Rosa escondida. Descubierta, es invitada a renegar del cristianismo, y al negarse, empieza a recibir malos tratos y golpes, sin que ella reniegue. Le hicieron varias heridas con espada y la llevaron a la orilla del canal, donde la tiraron. Pudo nadar hasta la otra orilla, pero allí la esperaban otros boxers que la remataron y echaron su cadáver al canal. Fue canonizada el 1 de octubre de 2000 por el papa Juan Pablo II.