El Martirologio Romano inscribe en su edición actual algunos de los muchos monjes venerados como santos de la época de florecimiento de los monasterios del Monte Mercurio, en la Basilicata italiana, conocida también como región de Lucania, al sur de la península. Esa época fue desde mediados del siglo IX hasta el siglo X, tiempo en el que las invasiones musulmanas en Sicilia y Calabria, junto con el deseo de muchos cristianos de una vida retirada y dedicada a Dios, hicieron fijar la atención en el Monte Mercurion, sitio de difícil acceso, y por ello mismo ideal para establecerse como monje o anacoreta. El contacto cultural con el mundo bizantino hizo que la regla adoptada por estos monjes no fuera la benedictina-occidental, sino la basiliana-oriental, y así conservaran, como un enclave de Oriente en Italia, su liturgia y tradición espiritual.
La figura más representativa del movimiento es sin duda san Nilo de Rossano, pero no menos destacaron por su piedad y vida ascética otros nombres, entre los que está el de san Zacarías, por sobrenombre «el angélico», del cual apenas se conoce su fecha de paso a la eternidad, aproximadamente en el 950, y la tradición de santidad que hizo que fuera venerado en la región de manera constante, y recordado su nombre en todas las crónicas.
En este sitio dedicado al monasterio de San Elías y Anastasio de Carbone (en italiano) pueden encontrarse algunos datos sobre el movimiento monacal en el Monte Mercurio, así como web y bibliografía.