Según una leyenda local, Ywi fue un diácono y monje, discípulo del gran san Cutberto (obispo de Lindsfarne o Isla Santa), en el Mar del Norte, donde en el siglo VII se habían establecido los misioneros de Iona. Ywi emigró en el 625 a Britannia (o Bretaña, en el norte de Francia). Su nombre aparece el 8 de octubre en los antiguos calendarios ingleses, y sobre todo en el «Salterio de Bosworth», donde se lo asocia normalmente a la abadía de Wilton, cerca de Salisbury (Inglaterra), que alrededor del año 1000 afirmaba poseer las reliquias del «obispo Ywig».
De su vida no sabemos más que fue monje de gran espiritualidad, apóstol de la región, alerta en las verdades de la fe. Su culto era y es profesado en Inglaterra y Francia, dando da su nombre a cuatro parroquias. En la misma Francia, en Bretaña, se acostumbra empapar la camiseta de los pequeños en un manantial que fluye bajo el altar de San Ywi, para la curación de los cólicos infantiles.
Traducido para ETF de un articulo de Antonio Borrelli.