La fecha tradicional de celebración de este mártir de Córdoba es el 21 de mayo, y en ella lo recoge el texto correspondiente de Acta Sanctorum, que trae todo lo que ha quedado acerca de él, que lamentablemente es escasísimo: la noticia sobre su martirio se nos transmite fundamentalmente por el Martirologio de Usuardo, del siglo IX, con estas lacónicas palabras: «En Córdoba, san Secundino mártir.» De esta noticia traen todas las demás recensiones históricas: maurónico, Molano, Canisio, y todas las autoridades medievales. Se lo signa en el año 306, en el que no debería ya hablarse de la persecución de Dioclesiano y Maximiano, pero puesto que, como argumenta Bartolomé Sánchez de Feria, los decretos persecutorios no habían sido derogados, y la persecuión continuaba, se puede aceptar que incluso en el 306 el martirio corresponde a aquella décima persecución.
El Breviario de Córdoba afirma que murió decapitado, aunque no se conserva ningún relato auténtico de su pasión. En el año 1601 el obispo de Córdoba D. Francisco de Regnolo, escribe las lecciones de su memoria. Hasta la última edición del Viejo Martirologio Romano (es decir, hasta la de 1922), aparece inscripto, como ya se dijo, el 21 de mayo, y en esa misma fecha aparece atestiguado en todas las autoridades; sin embargo, en el Nuevo Martirologio Romano se ha movido al 20 de abril; posiblemente la nueva fecha provenga de la tradición que recoge la «Historia de los mozárabes en España», quien trae el repertorio de celebraciones que se realizaban en la influyente basílica cordobesa de San Zoilo durante la época de la dominación musulmana, y entre esas celebraciones menciona la de san Secundino, no el 21 de mayo, como cabría esperar, sino el 20 de abril.
Ver Acta Sanctorum, mayo, tomo V, día 21, pág. 6; Historia de los Mozárabes en España, D. Fco Javier Simonet, Real Academia de la Historia, Tomo I, Madrid, 1897-1908, pág. 615; Palestra Sagrada, o Memorial de Santos de Cordoba, de D. Bartolomé Sánchez de Feria, 1732, pág 445ss. trae la cuiriosidad de que «Los Crónicos, que en el Siglo pasado apestaron á España, dieron en decir, que San Secundino nuestro Martyr havia sido Obispo Castulonense. Vieron su Historia desnuda de noticias, y se valieron de esta ocasion para introducir novelas en voz de novedades, y hacerse estimables por sus raras advertencias»; no he encontrado ninguna otra mención de este supuesto episcopado atribuido tardíamente.