Este mártir vietnamita tenía sesenta años al tiempo de su martirio, cuando fue decapitado en abril de 1861. Su trato con los religiosos dominicos, a los que debía la fe la comunidad cristiana en la que había nacido, le llevó a optar por la vida religiosa en la Orden de Predicadores. Una vez profesado y hechos los estudios, se ordenó sacerdote y ejerció con fruto el ministerio. Un falso cristiano lo delató porque había administrado los sacramentos a su madre enferma. Arrestado, confesó la fe, se negó a apostatar y fue condenado a muerte, que se cumplió en el poblado de An Bai. Fue canonizado el 19 de julio de 1988.