Su vida fue relatada por un tal Egberto hacia el año 1080, más de sesenta años después de su muerte. Heimerado nació hacia 965 en la pequeña ciudad de Messkirch (entonces llamada Messiankirche), en Suabia, e ingresó en el claustro, como muchos jóvenes que buscaban la perfección.
Los sufrimientos a los que se refiere el elogio provienen, según cuenta Egberto, de que la santidad de su vida y su gran espíritu de mortificación, en vez de provocar imitación en su comunidad, dio celos al abad y los demás monjes, por lo que terminaron expulsándolo. A partir de allí hizo vida de monje errante; se le podía encontrar en cualquier lugar de Alemania, e incluso tan lejos como Italia. Por el camino, fue repetidamente confundido con un lunático. Era tal vez como aquellos a los que en la Iglesia oriental se refieren como un "loco por amor de Cristo".
Finalmente, ingresó en los benedictinos de Hersfeld. Probablemente fue allí donde recibió la ordenación sacerdotal. Hacia 1011, se construyó una ermita en el Hasunger Berg, cerca de Kassel, donde predicaba y administraba los sacramentos. También fue refugio y consejero de necesitados, enfermos y pobres. Su biografía menciona explícitamente que de este modo realizó grandes milagros.
Murió el 28 de junio de 1019. Menos de dos años después, se construyó una capilla en el lugar de su ermita, a la que acudían numerosos peregrinos. Y de manos del obispo Sigfrido de Maguncia († 1084), antiguo abad de Fulda, surgió la abadía benedictina de Hasungen.
Artículo traducido del santoral holandés (vía DeepL), y completado con datos tomados de la "Vita" mencionada en el artículo, que puede leerse en Acta Sanctorum, junio, tomo V. Los bolandistas dedican un artículo al santo. La imagen es un medallón de bronce con la cabeza del santo en la puerta de la capilla de San Bartolomé, en Paderborn, Alemania (ca. 1980)