El nombre de Gaciano puede encontrarse escrito de varias otras formas (Catianus, Graciano, Casiano y más), pero se trata siempre del mismo santo. Gregorio de Tours (muerto en el 594), lo menciona tanto en el tratado de «La gloria de los confesores» como en su «Historia de los Francos»; en esta última (Libro I, cap 30) cuenta que en el año 250 fueron enviados por Roma siete obispos a evangelizar la Galia, durante el consulado de Decio y Grato. Iba a la cabeza del grupo san Dionisio (Denis) de París, y entre ellos se encontraba Gaciano, que fue el primer obispo de Tours.
Por otra parte, en el capítulo «De Turonicis episcopis» («Sobre los obispos de Tours», Libro X, cap 31.I y III) con el que termina la Historia, Gregorio da el catálogo cronológico de los obispos de Tours: a la cabeza figura Gaciano con un episcopado de cincuenta años, después de él la sede quedará vacante por treinta y siete años; el siguiente sería Litorius, que gobernó la diócesis por treinta y tres años, y el tercer obispo fue el conocido san Martín de Tours, cuya ordenación se coloca en 371 o 372.
En «De gloria confessorum» (cap. 4) cuenta que san Martín visitó la tumba de Gaciano para rezar, y terminada la oración dijo: «Bendíceme, varón de Dios», y se oyó una voz dirigiada a san Martín: «Yo te pido a ti que me bendigas, siervo de Dios». Naturalmente, la figura central de la iglesia turonense es san Martín, pero con ello quiere Gregorio mostrar ccuán apreciado y conocido era Gatiano ya en época de Martín.
Es difícil evaluar la calidad de los datos cronológicos que presenta Gregorio de Tours, que escribe trescientos años más tarde, apoyado en una memoria oral y popular, y sobre todo es un poco difícil de aceptar una sede vacante de 37 años, junto con una fecha de fundación tan temprana para la sede episcopal, cuando es más probable que fuera fundada a fines del siglo III o inicios del IV, pero en todo caso cuando Gregorio afirma que Gaciano fue enterrado en «un cementerio de la villa, que era de cristianos» se hace eco de una auténtica memoria, ya que de inicios del IV está atestiguado en las afueras de Tours un cementerio cristiano. En 1356 se cambió el título de la catedral de Tours, primitivamente dedicada a san Mauricio, por el de San Gaciano.
Basado en un artículo de Henri Platelle en Enciclopedia dei santi, uno de Léon Clugnet en Catholic Enciclopedia, y las propias obras de san Gregorio, De Gloria Confessorum e Historia Francorum. La imagen proviene de un misal conservado en la catedral de Saint-Gatien.