Enrique Walpole (imagen), jesuita, sufrió el martirio en 1595. Eran de buena familia y había nacido en Norfolk. Estudió leyes en Cambridge y vivió en Gray's Inn. Dándose cuenta de que las autoridades sospechaban de él y sintiéndose llamado al sacerdocio, fue primero a Reims y luego a Roma, donde ingresó en la Compañía de Jesús. Después de sus últimos votos, fue como misionero a Lorena y más tarde a los Países Bajos; allí los calvinistas le tuvieron prisionero durante un año. Cuando salió de la prisión, pidió a sus superiores que le mandasen a la misión de Inglaterra, pero éstos le nombraron profesor de inglés en los seminarios de Sevilla y de Valladolid. Después fue nuevamente a misionar en Flandes. Finalmente, recibió de sus superiores la autorización de partir a Inglaterra. Desembarcó en Flamborough Head, el 4 de diciembre de 1593; menos de veinticuatro horas más tarde, fue arrestado y trasladado a York. En los interrogatarios el P. Walpole confesó abiertamente que era sacerdote de la Compañía de Jesús y que había ido a Inglaterra a salvar almas. De York fue enviado a la Torre de Londres, donde le torturaron catorce veces. Según parece, no se mostró muy valiente en la prueba, pero lo cierto es que no denunció a nadie ni abjuró de la fe. La crueldad del verdugo Topcliffe era tan grande, que uno de los carceleros, compadecido del santo, le dio un colchón de paja y avisó a sus amigos que el P. Walpole no tenía ni cama, ni cobertores, a pesar del frío del invierno. Al cabo de un año de prisión, el P. Walpole fue nuevamente trasladado a York. El juicio tuvo lugar a mediados de la cuaresma, y el santo fue condenado a muerte por delito de traición.
Los jueces condenaron aI mismo tiempo al P. Rawlins, que había nacido entre Worcestershire y Gloucestershire. Según parece, Rawlins entró directamente al Colegio Inglés de Reims con intención de prepararse para el sacerdocio. Había ejercido el ministerio sacerdotal en Inglaterra desde marzo de 1590, inmediatamente después de su ordenación, y había sido arrestado por la época en que el P. Walpole volvió de la Torre de Londres al castillo de York. Fueron conducidos al sitio de la ejecución en el mismo carro; pero, para que no tuviesen el consuelo de hablarse, los verdugos colocaron la cabeza del uno entre las piernas del otro. El Beato Alejandro Rawlins fue ejecutado primero. Aunque los verdugos le obligaron a presenciar el bárbaro martirio de su compañero, san Enrique Walpole demostró el mismo valor que su hermano en el sacerdocio. Los dos fueron beatificados en 1929, y Enrique fue canonizado en 1970, con el grupo de 25 mártires de Inglaterra y Gales.
Ver Challoner, Memoires of Missionary Priests, pp. 217-227; acerca del P. Walpole, véanse las pubicaciones de la Catholic Record Society, vol. V, Documents relating to the English Martyrs, pp. 244-269, etc. Cf. también A. Jessopp, One Generation of a Norfolk House (1878), y la autobiografía de John Gerard (1951).