Armentario fue el 19º obispo de Pavía, luego de san Damiano, a quien sucedió en una fecha incierta, entre el 700 y el 720; Ferrarius indica el 720, y el episcopologio de la diócesis el 710; lo cierto es que no hay datos en los que apoyarse para establecer el año con exactitud.
De su gobierno se conservan dos hechos importantes, uno es el que meciona el elogio del Martirologio Romano: transportó las reliquias de san Agustín de Hipona, rescatadas de los sarracenos en Cerdeña por el rey Liutprando, y consagró al gran santo el altar de la basílica de San Pedro en Caelo Aureo. El otro hecho importante es que disputó con Milán y consiguió que su diócesis no dependiera de la gran metrópolis lombarda, sino directamente de Roma.
Ferrarius (siglo XVII) conserva de la tradición de Armentario una frase sobre la oración: decía el santo que «las cosas justas pedidas con justicia son escuchadas, ya que la oración es eficacísima y su imperio es sublime: su fuerza apaga fuegos, cierra la boca de los leones, disuelve las contiendas, expulsa al demonio, hace huir las tempestades y enfermedades, rompe las ataduras de la muerte, y aleja de nosotros la ira divina y todos los males.»
Fue sucedido por Pedro I en el 722, pero Armentario murió recién en el 731; queda la duda de por qué dejó la sede, y qué fue de él en esos diez años.
Ver Acta Sanctorum, enero II, pág. 1055. El texto de Ferrarius está citado allí mismo. El episcopologio de la sede de Pavia puede consultarse en el web de la diócesis. La imagen es de los santos Armentario y Litifredo en la Capilla de Todos los Santos en la Catedral de Pavia (imagen tomada del web de la catedral)