San Alipio el estilita era llamado erróneamenete «Estiliano el anacoreta» en el Martirologio anterior; evidentemente «stiliano» se había deformado de «estilita», que era la clase de vida eremítica que llevaba, como todos los monjes estilitas, en una columna (stylus) o en la parte alta de unas ruinas, simbólicamente «lejos» del mundo. El primer estilita que conocemos es san Simeón el viejo, del siglo V, que tuvo luego como imitadores a san Simeón el joven, san Daniel, y otros; pero fue un fenómeno más bien del Oriente, especialmente en Siria y Mesopotamia, ya que en Occidente se solían practicar otras formas de ascetismo.
San Alipio nació hacia el 515 en Adrianópolis, en Paflagonia (región histórica del Asia Menor, que fue provincia romana en el siglo III). Ya antes de su nacimiento, su madre tuvo una visión premonitoria de la gloria futura del niño. Quedó huérfano de padre a los tres años, y fue de joven enviado al obispo Teodoro para que lo instruyese. Fue nombrado diácono y tesorero de la Iglesia de Adrianópolis (en la actual Turquía) hasta que a los 30 de años manifestó su intención de retirarse a la soledad. Permaneció dos años encerrado en una celda, y luego se pasó a una columna situada fuera de la ciudad. Su ascetismo extremo reunió en torno a la columna un gran número de discípulos, por lo que Alipio tuvo que establecer dos monasterios, uno masculino y otro femenino.
Se dice que una luz bajó del cielo e iluminó al santo, y que tenía poder para predecir el futuro y sanar a los enfermos. Alipio permaneció en pie en la columna durante 53 años, y luego, a causa de una parálisis en las piernas, permaneció otros 14 años acostado sobre su lado, hasta que murió a los 99 años de edad, hacia el 614, durante el reinado de Heraclio (610-641), emperador de Bizancio. Se cuenta que un poseso de ser liberado de su enfermedad al acostarse sobre su tumba. La reliquia de su cabeza se encuentra en un monasterio del Monte Athos, al cual en 1428 se unieron las comunidades fundadas por san Alipio. Se le dedicó un monasterio en Constantinopla y se lo representa en un mosaico en la basílica de San Marcos de Venecia junto a san Simeón el viejo. San Alipio es invocado contra la esterilidad.
Traducido para ETF, con escasos cambios, de un artículo de Antonio Borrelli.