Como lo hemos mencionado en otros artículos, el «Titus Oates plot» fue un complot ficticio supuestamente descubierto (pero en realidad creado por él) por el sacerdote protestante Titus Oates, que venía a denunciar en 1678 un plan de los católicos -especialmente de los jesuitas- de acabar con el rey Carlos II; la supuesta conspiración sirvió como excusa para acabar con algunos católicos sospechosos, aunque fue a su vez descubierta la falsedad de la trama unos años más tarde, y Titus Oates condenado a muerte por perjurio. William Ireland y John Grove fueron denunciados por el propio Oats.
William Ireland (1636-1679, imagen) trabajó durante 10 años en Flandes, en espera de regresar a su Inglaterra natal. Cuando finalmente pudo hacerlo, se desempeñó como procurador (responsable de las finanzas) de la Compañía de Jesús por sólo un año, antes de convertirse en la primera víctima de la conspiración de Titus Oates. Ireland había estudiado en el Colegio Inglés de Saint-Omer, Holanda, y entró en el noviciado jesuita con 19 años de edad. Después de estudiar teología en Lieja, fue ordenado en 1667. Finalmente, pudo regresar a Inglaterra en junio de 1677 y se estableció en Londres, donde utilizaba el alias de "Ferretero", mientras se ocupaba de los asuntos financieros de la misión jesuita.
John Grove era laico, y asistente legal del P. Ireland. Las últimas palabras de Grove en la horca fueron: «Somos inocentes, perdemos la vida injustamente. Rogamos a Dios que perdone a los causantes de esto.»
El P. Ireland y Grove fueron llevados a Tyburn el 24 de enero de 1679. El pueblo de Londres descargó sobre ellos piedras e insultos, y fueron arrastrados al patíbulo, donde fueron ahorcados, y luego sus cuerpos fueron descuartizados. Fueron beatificados en 1929 por SS Pío XI.
Hemos utilizado datos del web jesuita y de la Catholic Encyclopedia.